Aldealpozo es un municipio de la provincia de Soria, perteneciente a la zona de Tierras de Ágreda; está situado al pie de la Sierra de La Pica , en una llanura que es atravesada por el río Rituerto, que nace en la demarcación municipal. De relieve sinuoso, conjuga el llano con la montaña. El centro contrasta con varios cerros como Colmenar, El Monte, Alto Campillo y Fuente de la Peña, donde aflora el Rituerto. Al sur también está abrigado por oteros como Choza Peña, Cerro de San Juan, Cerro Gordo y Valhondo.
 
Las coordenadas son 41º 45’ 31’’ norte, 2º 11’ 17’’ oeste,  la altura es de 1.082 metros sobre el nivel del mar, y tiene una extensión de a.187 hectáreas. Dista 23 kilómetros de la capital, y su  principal vía de acceso es la N-122.
 
Los recursos hídricos se manifiestan con una fuente pública que durante siglos ha venido abasteciendo a los vecinos de agua potable. También cuenta, fuera del casco urbano, con un pozo que fue el origen del nombre del pueblo.
 
Su clima es de tipo continental, en el que se suceden inviernos extremadamente fríos y veranos con jornadas muy calurosas y noches suaves y agradables. La nieve aparece sobre todo en diciembre y enero, aunque puede nevar también en marzo. Las lluvias son más frecuentes en el segundo y tercer mes del año, si bien las nieblas, son habituales excepto en verano.
 
El apartado eólico indica que los vientos más predominantes son los del este, y, la tabla de temperaturas medias se cierne en torno a los 10ºC, mientras que las máximas alcanzan los 35ºC y las mínimas pueden llegar a los –8ºC.
En lo que a vegetación se refiere, Aldealpozo posee una abundante riqueza de praderas que sirven de pasto a los ganados, pero también, los montes que circundan el término son ricos en encina y roble;  matorral bajo, con aulagas, tomillo y otros arbustos como la zarzamora se suman también a esta relación.
 
En cuanto a la fauna, las especies de caza mayor y menor son frecuentes, pudiéndose observar también diversas aves acuáticas.
Su economía está basada principalmente en la agricultura cerealista, con trigo, cebada y avena, así como de leguminosas;   le sigue la ganadería con rebaños de ovino y algunas cabezas de bovino que componen la segunda actividad económica. En mucha menor importancia está la cría de porcino.
 

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